martes, 20 de julio de 2010


Los miembros del Equipo se dieron cuenta de que la pobre pasaba frío y le llevaron una pequeña estufa para que templase un poco el ambiente.llevamos agua a la zona es terrible la pobreza del lugar , tambien con un merendero se hizo un poco mas tenue todo
pero ademas no olvidemos que ,El problema de mucha gente hoy no es tanto el frío de nuestro invierno limeño, sino el frío del invierno del amor. El frío de la soledad. El frío de saber que uno ha luchado por sacar adelante a unos hijos que, ahora viven su vida, y se olvidan que su madre vive en la soledad de una habitación, recalentada por un estufa regalada.
No sólo tiene frío el cuerpo. No sólo el invierno nos hace sentir el frío.
También los corazones tienen frío.
También la soledad congela los corazones.
También el olvido enfría el alma.
También la soledad enfría las vidas
Para muchos, el invierno dura todo el año. Porque todo el año viven solos. A lo más, una “visita de médico” en el Día de la Madre y poco más. Para muchos es invierno porque
No tienen quien les escuche.
No tienen quien les dé una palabra de aliento.
No tienen quien les haga sentir una presencia.
No tienen quien les haga sentir que aún están vivos.

Es problema de hijos. Cierto. Pero también es problema de la comunidad. Porque todos somos, de alguna manera, responsables de las soledades que nos rodean. Todos somos responsables de todos. Las estufas calientan el ambiente. Pero no pueden calentar el corazón.

Me viene a la mente la actitud amorosa de Jesús con el ciego nacimiento que, luego de ser curado, todo el mundo se le echa encima y lo marginan y se siente más solo que nunca… Apenas lo ve Jesús, se le acerca y le dice: “¿Y cómo te sientes?”

O la escena de la mujer adúltera… Todo el mundo la rodea. Pero ella se siente más sola que nunca… porque todos la acusan… Y cuando se han ido todos, Jesús levanta la cara, la mira con cariño y le dice: “Mujer, ¿nadie te ha condenado?” “Nadie, Señor.” “Yo tampoco, anda, levántate y vete tranquila. No peques más”.

Una presencia en la vida de alguien calienta el ambiente. Pero calienta sobre todo el corazón. Y Jesús lo sabía. Por eso sus palabras son como una estufa dentro del corazón humano herido y golpeado.

cuantas palabras de aliento necesitan ??????????????

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